Las diosas del amor en la mitología

Las diosas del amor han sido veneradas en muchas culturas a lo largo de la historia. Representan ideales de belleza, fertilidad y armonía amorosa. Algunas de las diosas del amor más conocidas incluyen Afrodita en la mitología griega, Venus en la mitología romana y Freya en la mitología nórdica.

Diosas del amor destacatas

Afrodita – La diosa griega del amor y la belleza

Afrodita es quizás la diosa del amor más famosa en la cultura occidental. En la antigua Grecia, se la veneraba como la personificación de la belleza, el amor sexual, el placer y la procreación.

Según la mitología griega, Afrodita nació de la espuma del mar después de que Crono castrara a su padre Urano y arrojara sus genitales al agua. Emergió como una mujer absolutamente hermosa y los vientos del oeste la llevaron a la isla de Chipre.

Atributos y poderes

Como diosa del amor y emblema de la belleza, Afrodita poseía grandes poderes para provocar el deseo amoroso y sexual. Se decía que su cinturón mágico hacía que quien lo llevara se volviera irresistible.

También se asociaba a Afrodita con la fertilidad y la capacidad de conceder a las parejas casadas la dicha conyugal y una descendencia prospera. Por ello, muchas parejas le rezaban antes de su boda.

Otros símbolos y atributos de Afrodita incluían:

  • Palomas
  • Manzanas
  • Conchas
  • Rosas
  • Mirto
  • El color rojo

Amores y descendencia

A pesar de estar casada con Hefesto, dios cojo de la herrería, Afrodita tuvo muchos amantes tanto mortales como divinos. Algunas de sus historias amorosas más famosas son:

Adonis: Un joven de increíble belleza con quien Afrodita se obsesionó. Trágicamente, Adonis murió durante una cacería al ser embestido por un jabalí y Afrodita no pudo evitarlo.

Ares: Dios impetuoso de la guerra, con quien Afrodita mantuvo un apasionado pero tempestuoso romance. Tuvieron una hija llamada Armonía.

Anquises: Un pastor mortal del que Afrodita se enamoró. Fruto de esa unión nació Eneas, legendario héroe troyano.

De sus diversas historias amorosas, Afrodita tuvo otros hijos divinos como Deimo, Fobos, Eros y Anteros.

Como arquetipo de belleza femenina inmortal, Afrodita ha sido un tema muy popular en el arte y la cultura. Aparece en infinidad de pinturas, esculturas, poesías y otras formas artísticas desde la antigüedad griega hasta nuestros días.

Algunas representaciones famosas de Afrodita en el arte incluyen la escultura Afrodita de Cnido de Praxíteles y el cuadro El nacimiento de Venus de Sandro Botticelli.

En la actualidad, Afrodita sigue siendo un icono de belleza y sensualidad. Marcas de moda, joyería, perfumes y productos de belleza suelen asociarse o tomar su nombre debido a ese ideal de perfección sublime que representa la diosa.

También es un personaje popular en películas, series de televisión, videojuegos y otras formas de entretenimiento contemporáneo.

Freya – La diosa nórdica del amor y la fertilidad

Mientras los griegos y romanos veneraban a Afrodita y Venus, en el norte de Europa los pueblos nórdicos adoraban a su propia diosa del amor y la fertilidad: Freya.

Orígenes y mitos

Según la mitología escandinava, Freya era una deidad vanir, una raza de dioses relacionados con la naturaleza y la fertilidad. Era hija de Njord, dios del mar, y hermana del dios Freyr.

Los mitos atribuyen a Freya grandes poderes mágicos over la belleza, las cosechas y sobretodo el amor. Se decía que ella enseñó a los aesir, los principales dioses nórdicos, la magia de la adivinación femenina conocida como seiðr.

Al igual que muchas otras diosas del amor, Freya no estaba exenta de tragedias pasionales. Cuando su esposo Ódr partió en un viaje, Freya lloró lágrimas de oro rojo y recorrió cielo y tierra buscándolo infructuosamente.

Símbolos y practicas devocionales

Freya era venerada con gran devoción por los pueblos nórdicos. Muchas mujeres le pedían bendiciones de fertilidad y partos protectores.

Entre sus símbolos se encuentran el halcón, que representa el éxtasis del amor, y el jabalí, pues se creía que Freya viajaba en un carruaje tirado por estos animales. Las plantas y flores también se asocian a Freya, así como varias gemas y metales preciosos.

Al igual que Afrodita, Freya era considerada extraordinariamente bella, con una melena rubia que relucía como el oro. Solía llevar un manto de plumas de halcón que le permitía transformarse en este ave.

Legado e influencia

Aunque ya no se la adora activamente, Freya continúa presente en la cultura escandinava moderna. El sexto día de la semana, el viernes (Friday en inglés) lleva su nombre.

Muchos escritores, artistas y músicos se han inspirado en ella para sus obras. Es una figura especialmente importante en tradiciones paganas contemporáneas como el asatru.

Incluso en inglés, la palabra “lady” (dama) se deriva de un título honorífico en antiguo inglés relacionado con Freya. De modo que algo de su legado permanece presente tanto en el norte de Europa como en el mundo anglosajón.

Lakshmi – La diosa hindu del amor, la belleza y la fortuna

Laskhmi es la diosa hindu del amor, la belleza, la prosperidad y la fortuna. Junto con Parvati y Saraswati, es una de las consortes del dios supremo Vishnu y la shakti femenina de su forma Vaikuntha.

Iconografía

En el arte hindu, Lakshmi se representa como una mujer de tez dorada, enjoyada y vestida con sedas rojas. Suele aparecer en una postura de loto sentada o de pie sobre una flor de loto, símbolo de fertilidad, prosperidad y buena fortuna.

Sus cuatro brazos representan los cuatro objetivos del ser humano, que son la virtud, el deseo, la riqueza y la liberación. En sus manos lleva lotos rojos, jarras con oro, espigas doradas y libros de sabiduría.

Otros símbolos que se asocian con Lakshmi son una lechuza, elefantes rociando agua con sus trompas, árboles baniano, monedas de oro y el color rojo, pues se cree que atrae la buena suerte, la alegría y la prosperidad.

Mitología y devoción

Según algunos mitos, Lakshmi emergió del océano primordial de leche, sentada en una flor de loto y más resplandeciente que mil soles y lunas. Los dioses quedaron cautivados por su belleza, gracia y encanto.

Se convirtió en la esposa devota de Vishnu y lo acompaña en todas sus encarnaciones o avatares en la Tierra, como Rama y Krishna. Cuando Vishnu descendió como Rama, Lakshmi nació como Sita y cuando lo hizo como Krishna, Lakshmi encarnó como Rukmini.

En el hinduismo, Lakshmi simboliza la energía femenina shakti y manifiesta el poder de Vishnu sobre la prosperidad material y espiritual. Sin Lakshmi, la buena fortuna de un hogar se desvanece.

Por ello, los devotos hinduistas le rezan buscando salud, riqueza, amor, belleza, hijos, cosechas abundantes y éxito en los negocios. Se la adora especialmente durante el festival de Diwali.

Legado

Como diosa de cualidades tan universales como el amor, la belleza y la prosperidad, Lakshmi continúa siendo una divinidad sumamente popular en la India y entre los hindúes alrededor del mundo.

Es ampliamente representada en todos los aspectos de la cultura India, desde templos, bailes tradicionales y canciones, hasta en el cine contemporáneo de Bollywood. Su imagen adorna hogares y negocios como símbolo de buena fortuna.

Xochiquetzal – La diosa azteca de la belleza, las flores y el amor

En la mitología mexica y otras culturas mesoamericanas existía una diosa llamada Xochiquetzal a quien se asociaba fuertemente con la belleza, el amor, las flores, las artes y los placeres mundanos.

Su nombre significa “flor preciosa” o “flor pluma”. Los aztecas la llamaban Ichpōchtli, que quiere decir “niña de las flores”.

Atributos

Como patrona de la belleza, el amor y el placer, Xochiquetzal era representada como una joven extraordinariamente hermosa, de piel clara y tersa, mejillas sonrosadas y labios rojos.

En su cabeza lleva una corona de flores y sus ropas y adornos están hechos de enredaderas, flores, mariposas y colibríes. En ocasiones se la representa con alas de mariposa.

Otros elementos y criaturas que se asocian con esta diosa son el maíz, las mariposas, colibríes, pinos, nogales y plantas medicinales afrodisíacas.

Mitos y leyendas

Según la mitología azteca, Xochiquetzal nació en Tamoanchan, un paraíso terrenal lleno de flores, frutas y abundancia. Fue esposa del dios solar Tonatiuh pero también tuvo muchos amantes, tanto humanos como dioses.

Uno de los mitos más conocidos es su romance con el dios joven del maíz Pitao Cozobi a quien sedujo para robarle las semillas de maíz que custodiaba. Luego las esparció por la tierra para que los humanos pudieran cultivar ese alimento sagrado.

También se cuenta que en cierta ocasión se vistió con plumas de quetzal para adornar su belleza antes de bajar al inframundo en un intento de recuperar los huesos preciosos que allí se guardaban.

Adoración y legado

En el Imperio Azteca, Xochiquetzal era venerada con ofrendas de flores, frutas, incienso, joyas y otras cosas hermosas o placenteras. Se celebraban grandes fiestas y banquetes en su honor, con bailes, cantos y actos sexuales rituales.

Era especialmente popular entre las mujeres jóvenes, las prostitutas, los artesanos y los poetas. Se creía que protegía a las parturientas y moribundos en sus transiciones entre mundos.

Aún en la actualidad permanece una gran fascinación y admiración hacia Xochiquetzal en México y Centroamérica. Es un arquetipo de la belleza y sensualidad femenina indígena y muchas mujeres llevan su nombre. Sigue siendo símbolo del amor, las artes y la creatividad.

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