La diosa Eira era una deidad menor de la mitología nórdica, asociada con la medicina y las propiedades curativas de las plantas.
Aunque no se conocen muchos detalles sobre su culto y atributos, se cree que jugó un papel importante como protectora de los curanderos y sanadores.
Eira aparece brevemente mencionada en algunas fuentes literarias nórdicas antiguas
Origen e información general sobre Eira
Su nombre se deriva de la palabra nórdica antigua para “ayuda” o “misericordia”.
Se la vincula con las actividades de sanación y la recolección de hierbas medicinales. Es posible que los antiguos escandinavos le rezaran para pedir su intercesión y guía antes de salir a buscar plantas en los bosques con propósitos medicinales.
Eira también pudo haber sido invocada durante rituales chamánicos de sanación. Se cree que tenía el poder de aliviar el dolor y curar heridas y enfermedades.
Atributos y símbolos
Aunque son escasos los registros mitológicos sobre Eira, los eruditos creen que estaba conectada con la nieve y el frío invierno.
Probablemente se la representaba como una hermosa mujer joven de pelo blanco y vestida con un manto de plumas blancas. Sus símbolos pudieron haber incluido copos de nieve, la escarcha invernal y plantas y hierbas de propiedades curativas.
En el arte nórdico antiguo se han encontrado algunas figuras femeninas talladas en hueso y marfil que sostienen frascos y recipientes, posiblemente representando el aspecto de una diosa sanadora como Eira.
Eira como protectora de la medicina herbolaria
Como diosa de la sanación, Eira era invocada por curanderos, parteras y chamanes que utilizaban remedios herbales y métodos tradicionales para tratar a los enfermos y heridos.
Los practicantes de la medicina tradicional escandinava atribuían gran importancia al conocimiento de las propiedades curativas de las plantas. Reunían hierbas y hongos en el bosque para preparar cataplasmas, infusiones, ungüentos y más.
Se cree que antes de salir de recolección, rezaban a Eira pidiendo su protección y su bendición en la búsqueda de las hierbas adecuadas para cada dolencia. También le ofrecían sacrificios para mostrar su gratitud y mantener activos sus poderes de sanación.
¿Tuvo Eira algún vínculo con otras deidades nórdicas?
Aparte de estar relacionada con el duro invierno y las cosechas silvestres de plantas medicinales, se desconoce si Eira estaba conectada con algún otro dios o diosa del panteón nórdico.
Podría haber tenido cierto nivel de asociación con las deidades femeninas Freyja y Frigg. Freyja era la diosa del amor y el arrebatamiento extático, que enseñó a los Æsir el arte de la magia, incluyendo presumiblemente el uso de plantas con fines mágicos y espirituales.
Por su parte, Frigg era la reina de los dioses Æsir y patrona de la fertilidad y el matrimonio. Como tal, podría haber tenido un papel relacionado al parto y la protección de las embarazadas y los recién nacidos. Estas esferas de influencia se superponen ligeramente con los dominios curativos de Eira.
Sin embargo, las fuentes existentes no indican ningún vínculo explícito entre Eira y otras deidades del panteón nórdico. Su área de acción parece haberse limitado al territorio de la medicina herbolaria, la recolección de plantas sanadoras y la protección de los curanderos que empleaban estos remedios tradicionales.
El legado de la diosa sanadora Eira
Aunque en gran medida olvidada hoy en día, es probable que en la antigüedad Eira haya sido muy querida y respetada por los sanadores y sabios herbarios de las tribus germánicas y escandinavas.
Su leyenda y atributos manifiestan la alta estima que estas culturas tenían por los vastos conocimientos de herbolaria que poseían. La habilidad de curar distintas dolencias y lesiones con brebajes, emplastos y ungüentos a base de plantas silvestres se consideraba un don divino en aquellas sociedades paganas precristianas.
Por lo tanto es muy significativo que los pueblos nórdicos antiguos reconocieran y honraran a una deidad tutelar vinculada al poder curativo de la naturaleza, y que guiara a los primeros médicos en su labor de sanar y aliviar mediante los frutos de los bosques.
La desvanecida diosa Eira y las prácticas de medicina herbolaria asociadas con su culto siguieron influyendo, al menos de forma indirecta, en las tradiciones curanderas escandinavas hasta épocas muy tardías. Incluso en nuestros días la herbolaria y la fitoterapia aplican remedios vegetales muy similares a los empleados por los devotos de Eira en el pasado pagano de los pueblos nórdicos.